Descripción
De Caléndula y avena. Con aceites de ricino, de oliva y de almendras. Base de glicerina y coco.
Jabón a base de coco: Hidrata y nutre en profundidad. Ideal para pieles grasas, secas y sensibles. Ayuda a regular el pH de la piel, siendo un producto neutro, lo que ayuda tanto a aliviar las pieles irritadas o con hipersensibilidad, así como a regular el exceso de sebo que se da en las pieles grasas.
Jabón de glicerina: conocido por su eficacia para limpiar la piel grasa y con tendencia al acné. Es un humectante natural que atrae la humedad y ayuda a mantener la piel hidratada y suave. Es un jabón suave y no irritante.
Propiedades del jabón con caléndula:
- Reduce la inflamación: aporta sensación de alivio y disminuye la hinchazón al instante. Eficaz su uso sobre la piel cuando se encuentra dañada por agentes externos o picaduras de insectos.
- Exfoliante: otro de los grandes beneficios de la caléndula es su capacidad exfoliante. Se convierte en el aliado perfecto para reducir las pieles muertas o combatir el acné.
- Cicatrizante: funciona como protector para la regeneración de los tejidos, estimula la producción de colágeno y elastina, y ayuda a la reparación y protección de la piel.
- Antiséptico: ayuda a eliminar bacterias, gérmenes y hongos de la piel.
La avena ejerce un efecto limpiador sobre la piel, dejándola suave, hidratada y nutrida. Ayuda a calmar las irritaciones y es altamente eficaz en el tratamiento del acné. Los lípidos de la avena ejercen un efecto limpiador que mantiene la hidratación y la suavidad de la piel.
El aceite de ricino es rico en vitamina E y ácidos grasos, sobre todo, ácido ricinoleico. Por ello, se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas e hidratantes, entre otras.
Entre los beneficios del aceite de ricino para la piel destaca la estimulación de la producción de colágeno y elastina, por lo que se considera un antiarrugas natural y es perfecto para combatir las estrías y marcas. Gracias a sus propiedades antimicrobianas se utiliza para acabar con el acné.
El aceite de oliva es humectante e hidratante natural por su contenido en Vitamina E. Retiene la humedad de la dermis y penetra en las capas más profundas de la piel manteniéndola hidratada, tersa y con brillo.
El aceite de oliva es capaz de hidratar en profundidad todo tipo de pieles, especialmente en las zonas donde la piel está más seca y agrietada como los pies, manos y codos.
El aceite de almendras proporciona hidratación sin obstruir los poros y mantiene la piel elástica. Además, es adecuado para todo tipo de piel. Calma y ayuda a regenerar la piel de heridas y quemaduras. Reafirma la piel.
